Una vez más, se acerca el final de año y el Doctor Mabuse se permite unas semanas de reposo aislado del mundo trabajando en su guarida, como si de un simpático y entrañable Santa Claus preparando los regalos para todos los niños del mundo se tratara… pero con la diferencia de que el Doctor Mabuse no trabaja con juguetes sino con nuevas armas bacteriológicas con las que aniquilar el planeta.
Por suerte para la humanidad, cuando llegue enero el Doctor seguramente volverá al más inofensivo cometido de visionar y comentar películas. Hasta entonces, pásenlo bien y recen para que no tenga éxito en sus experimentos.
Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo 2016
Gracias, ¡igualmente!