Buceando entre la infinidad de títulos inagotables que ofrece el nuevo cine polaco de entre los años 50 y 70, recientemente me encontré con un par de comedias con las que no estaba familiarizado: Mala Suerte (Zezowate szczescie, 1960), un filme que casi nunca suele mencionarse de Andrzej Munk, y The Cruise (Rejs, 1970) de Marek Piwowski, que me he decidido a rescatar en este gabinete por pertenecer a un director mucho más desconocido que hasta donde sé filmó muy pocos largometrajes.
Aunque hoy día el filme ha quedado mayormente olvidado en comparación a otras obras del nuevo cine polaco, lo cierto es que en su momento tuvo un auténtico estatus de culto en su país, tanto por la película en sí como por las circunstancias de su rodaje y estreno. Veamos en detalle qué nos ofrece.
De breve duración (en parte por las escenas que se cortaron, que luego mencionaremos) y argumento casi inexistente, The Cruise sucede casi íntegramente en un crucero que circula apaciblemente por el río Vístula. Un hombre se cuela a bordo y el capitán le confunde por un miembro del partido encargado de coordinar actividades culturales durante el crucero. En consecuencia, este empieza a diseñar juegos y actividades absurdas, y en ocasiones humillantes, mientras en paralelo ensaya con los pasajeros una actuación en honor al capitán del barco.
The Cruise es una de esas películas que aparentemente no explican nada y que tienen un estilo que las hace parecer improvisadas (lo cual es cierto solo en parte). Gran parte de su encanto deriva precisamente de estos rasgos. No es una comedia que se base en gags propiamente dichos sino en extraer lo grotesco a partir de un tono que parece casi documental, como si el director no pretendiera ser gracioso o incluso estuviera haciendo lo posible por evitar serlo.
Efectivamente buena parte de los actores eran no profesionales, y eso es algo que se deduce fácilmente de lo bien que supo captar Piwowski sus rostros y expresiones tan genuinas. Pero no fue realmente un filme improvisado: el guion había sido escrito cuidadosamente por cuatro personas y tenía una finalidad clara. No obstante, el trabajar con no profesionales implicaba dejarles cierta libertad o adaptarse a las circunstancias.
Por ejemplo, el zoom no funcionaba correctamente a causa de las limitaciones técnicas y del bajo presupuesto (según leí en una entrevista a los responsables de la película, en esa época solo había dos objetivos zoom en toda la cinematografía polaca… y el que funcionaba pertenecía a Andrzej Wajda, mientras que el otro iba circulando entre sets de diferentes rodajes). Eso constituyó un problema, ya que los actores no profesionales no sabían moverse en el momento adecuado cerca de la cámara para que les captaran en un primer plano. La solución artesanal fue atarles una cuerda a una de las piernas y, cuando hacía falta que se acercaran, un técnico tiraba de la cuerda a modo de señal y entonces el actor se acercaba. Por extraño que parezca, funcionó.
El caótico rodaje debió ser algo digno de ser visto, y de hecho en su época adquirió cierto estatus mítico combinando realidad y leyenda. Se decía que el equipo técnico y los actores, que vivían en el mismo barco, se pasaron todo el rodaje de borracheras y organizando orgías (nada de eso se trasluce en la película más allá de que algunas escenas se filmaron con los actores resacosos). También se sobredimensionó lo que tenía el filme de improvisado, y la naturalidad de las actuaciones junto a la inexistencia de una trama convencional llevó a la creencia durante mucho tiempo de que la película fue una constante improvisación.
No obstante Marek Piwowski tenía claro lo que buscaba. El filme alterna momentos de gags visuales a lo Jacques Tati (especialmente en sus primeros minutos) con el humor seco de un Kaurismäki o un Roy Andersson, además de ese gusto por los diálogos aparentemente vacíos de un Jim Jarmusch. Es en ese sentido una película muy moderna, incluso vista dentro de una cinematografía ya de por si moderna como la polaca de esa época, sobre todo en su apuesta por no llevar la película a ninguna parte de forma premeditada y casi diría kamikaze – hay fragmentos en que Piwowski parece querer autosabotear su propia película a propósito alargando ciertos diálogos o escenas más de lo racionalmente aconsejable.
No diría que es una obra lenta o aburrida, pero sí que hay que pillarle el punto a su propuesta y saber entrar en ella. A mí me gustan mucho momentos como la primera reunión con el falso encargado de actividades, en que se da la palabra a los tripulantes y un joven pelmazo aficionado a la poesía toma la palabra y lanza un discurso altisonante ridículo con un tono muy bobo que no encaja con su contenido. O por ejemplo cuando los propios guionistas de la película deciden burlarse de si mismos en un diálogo en que un pasajero se queja de que el cine polaco es muy aburrido porque no sucede nada interesante y sus diálogos son terribles.
En el fondo, tras toda esta absurdez había también un mensaje de fondo. Aunque hoy día parece menos obvio que en su momento a los espectadores polacos, Piwokwsi y los otros guionistas pretendían burlarse de forma velada del gobierno comunista, mostrando a ese falso representante cultural del partido aprovechando su estatus para manipular a los pasajeros a su antojo y hacerles realizar actos ridículos bajo pretextos inventados por él.
De hecho las autoridades también entendieron este subtexto y, a causa de ello, obligaron a hacer algunas modificaciones a la película. En el guion original el capitán del barco en honor del cual se preparaba la celebración nunca aparecía en pantalla, dándole una cualidad casi fantasmal que lo hacía muy interesante. Pero las autoridades obligaron a hacer aparecer el personaje para que no quedara ninguna duda de que era una persona concreta y no una alusión velada a algún líder comunista.
Pero lo que más cambió fue el desenlace. Originalmente, los pasajeros organizaban un enorme baile de disfraces, durante el cual uno de los personajes principales no quiere ponerse una máscara de cerdo «porque todos me reconocerán con ella«. Sin embargo, el barco encalla y los pasajeros del crucero se ven obligados a abandonarlo. Una procesión de personas disfrazadas deambula por la zona y se encuentra con todo tipo de personajes: borrachos, policías, mujeres fuera de la iglesia. Luego los pasajeros del crucero regresan al barco y realizan una actuación preparada para el capitán. Durante la escena culminante (una gran pirámide de cuerpos de pasajeros) sucedía un accidente y el capitán moría.
Todo ello se recortó de la versión final. Y si bien es de lamentar que los cineastas no pudieran estrenar la película como tenían en mente, también es cierto que, de forma totalmente accidental, al suprimir los dos grandes acontecimientos de la trama, el filme seguía siendo fiel hasta el final a ese tono en que aparentemente no pasa nada, que hoy día lo hace más moderno que esas escenas simbólicas más típicas de su época (lo cual no quiere decir que hubieran hecho que el filme fuera mejor o peor, eso por desgracia nunca lo sabremos).
Era tan curioso el panorama cinematográfico y cultural de la época que un filme de estas características fue acogido casi como una sensación en su momento. Desafortunadamente los buenos presagios iniciales no se cumplieron, ya que el filme fue inmediatamente interceptado por el gobierno, haciendo cortes como los citados antes y limitando radicalmente su distribución.
Sus responsables confiaban en poder iniciar una prometedora carrera después de esta cinta, pero el gobierno les paró los pies y Piwowski no pudo realizar otro largometraje hasta seis años después. De esta forma The Cruise se convirtió en una película de culto, pero de las de verdad, ya que hoy día se usa estúpidamente esa palabra para hablar de filmes que siempre han sido populares. En este caso la definición «de culto» es exacta: fue muy poco vista durante mucho tiempo pero tenía un estatus mítico por su contenido y por su estrambótico rodaje. Los pocos que la vieron la celebraron como un logro del cine polaco, pero no obstante ni siquiera hoy día ha logrado trascender demasiado.








