Yasujirô Shimazu es una de las grandes figuras del cine japonés de antes de la II Guerra Mundial que ha quedado olvidado con el tiempo, seguramente a causa de que muchas de sus obras han desaparecido o solo se encuentran por internet en copias a muy mala calidad – tampoco ayuda compartir nombre y un apellido muy parecido con dos de los mejores directores contemporáneos suyos: Yasujirô Ozu e Hiroshi Shimizu. Shimazu fue uno de los grandes creadores de un género muy importante en el primer cine japonés, el conocido como «shomin-geki», películas que trataban sobre la vida cotidiana de personajes de clase humilde. Hoy día asociamos este tipo de filmes principalmente a Ozu, pero en realidad el gran pionero fue Shimazu, el responsable de que se asociaran a la productora Shochiku.
El filme que nos ocupa ahora, Los Compromisos del Trío (Konyaku sanbagarasu, 1937), supone al menos en la teoría un equivalente a las célebres screwball comedies estadounidenses que tanto éxito estaban teniendo en todo el mundo. El punto de partida son tres hombres de clase humilde y sin trabajo, Shuji, Kean y Shin, que son contratados en unos grandes almacenes y se enamoran de la hija del dueño, Reiko (interpretada por Mieko Takamine, hermana mayor de la que sería una de las grandes actrices del cine japonés, Hideko Takamine). El problema es que no solo compiten entre ellos por conseguir el favor de la joven, sino que tienen ya otras pretendientes de antes de conseguir el trabajo a las que comenzarán a dar largas.