La Escapada [Il Sorpasso] (1962) de Dino Risi

La pareja protagonista de La Escapada son Bruno y Roberto. El primero es un hombre extrovertido y descarado de mediana edad que se dedica a vivir pensando solo en el día a día y dejándose llevar por sus impulsos sin pensar en las consecuencias, el segundo es un joven y tímido estudiante de Derecho. Cuando se encuentran casualmente, Bruno le arrastrará a pasar el día con él haciendo un largo viaje con su coche.

El film se basa en el contraste entre personalidades, en esas dos formas contrapuestas de enfocar la vida: por un lado, el hedonismo, el disfrutar de cada momento sin pensar en nada más y el no tener miedo a expresar todo lo que uno piensa o hacer lo que uno quiera; por el otro, la prudencia, la timidez, la contención y el actuar pensando en el mañana. Roberto, que encarna esa segunda personalidad, siente al mismo tiempo repulsión y fascinación por Bruno. Es un hombre que encarna una forma de vida totalmente distinta a la suya, encerrado en su piso en verano estudiando para un examen que hará en septiembre mientras el otro recorre las carreteras de Italia a toda velocidad jugándose la vida a cada minuto con sus piruetas al volante. Él cree que Bruno es un imprudente y un loco, pero al mismo tiempo no puede evitar sentir simpatía y cierta admiración hacia él.

El personaje de Bruno está magníficamente interpretado por Vittorio Gassman, en un papel que le da rienda suelta para una actuación que justifica que caiga en cierto histrionismo. Resulta un personaje también fascinante para el espectador porque nunca llegamos a comprenderlo del todo, parece sentir un sincero cariño hacia el joven estudiante pero tampoco podemos evitar pensar que se está aprovechando de él. En la mente de Bruno no son conceptos contrarios, él no se siente culpable por aprovecharse o burlarse de gente a la que aprecia dado su innegable egocentrismo.

Para Bruno el mundo parece que no es más que una gigantesca broma que no hay que tomarse en serio. Cuando Roberto le confiesa los sentimientos que siente hacia cierta chica o cómo de pequeño estaba enamorado de una de sus tías y llegó hasta declarársele, Bruno luego no dudará en contar esas historias a los familiares de Roberto que van a visitar. Pero no lo hace con malicia, simplemente él es incapaz de tomar nada seriamente y menos si con esas anécdotas consigue caerles en gracia. De hecho en cierto momento Roberto llega a sentirse como un extraño en su familia al ver cómo todos ríen las gracias de su recién conocido compañero mientras le ignoran.

Sin embargo, otro aspecto interesante de Bruno menos obvio a primera vista es el hecho de que tiene una capacidad mayor que Roberto de darse cuenta de cosas que al joven le pasan desapercibidas, como por ejemplo que el criado de su familia es homosexual o que su primo en realidad es el fruto de una relación adúltera de su tía con el granjero. En solo unos minutos, Bruno le descubre a Roberto hechos que para él habían pasado desapercibidos toda su vida al vivir encerrado en su burbuja.

En el tramo final de la película descubriremos un último aspecto de Bruno que descoloca por completo tanto a Roberto como al espectador. Bruno, lejos de haber sido siempre un buscavidas sin ningún hogar, tiene una exmujer y una hija, una vida pasada que no funcionó. Cuando descubre que su hija está saliendo con un hombre mucho mayor se sentirá mortificado, no es capaz de tomarse ese hecho con la despreocupación que rige todos sus actos diarios. Durante su breve estancia con su familia, Bruno hará algunos intentos de estrechar lazos con esa hija a la que nunca ve y descubriremos que tras esa fachada de locura en realidad se encuentra un hombre que ha fracasado como padre, que no ha podido amoldarse al estilo de vida normal que exige la sociedad.

El final de la película es inevitable: Roberto finalmente decide abrazar el estilo de vida de Bruno pero no podrá sobrevivir a ello y esa forma de afrontar la vida acabará con él. ¿Cuál es por tanto la opción a seguir? ¿La aburrida prudencia o la alocada espontaneidad sin pensar en el futuro? El film deja la pregunta en el aire.

La sólida dirección de Dino Risi constituye otro de los puntos fuertes del film retratando la Italia de los 60 que empezaba a disfrutar de nuevo de los placeres de la recuperación económica. Una sociedad ociosa y despreocupada encarnada en su máxima expresión por Bruno.

Una de las obras fundamentales del cine italiano de los 60.

2 comentarios

  1. Magnífica película. Bárbaros Gassmann y un jovencísimo Trintignant .Punzante, ácida crítica de la Italia de los 60.

  2. Una película que me fascinó desde que la vi en su estreno en 1962. Yo tenía 20 años entonces.
    Aún hoy me sigue influenciando sobremanera,
    La interpretación de Vitorio Gassman, magistral.

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