En una época en que el cine de terror parece haberse estancado, llega de Suecia Déjame Entrar, una obra que si bien no nos muestra algo totalmente innovador sí que es una mirada fresca y diferente a un tema que ya está trilladísimo: el vampirismo.
Esta película es una mirada hacia el mundo de los vampiros con dos peculiaridades que lo diferencian de la mayoría de obras del género: el hecho de que dicho tema se introduzca mediante la relación entre dos jóvenes y el tratamiento del film más enfocado al drama que al cine de terror.
Déjame Entrar nos habla de la relación entre dos jóvenes de doce años llamados Oskar y Eli, con la particularidad de que ella es una vampiresa. Es decir, el vampirismo aquí no es el eje central del film sobre el que gira todo y que sirve para crear terror, sino que es la circunstancia que condiciona el verdadero gran tema del film: la relación entre Oskar y Eli. Uno de los grandes méritos de la película es que consigue contarnos una preciosa historia de amor salpicada de momentos truculentos consiguiendo que ambos elementos encajen a la perfección. La relación entre los dos personajes está cuidadísima y queda claro desde el principio que es lo que más interesa a los guionistas al nutrirla de tantos momentos que dejan entrever ese afecto mutuo que nace entre ellos (por ejemplo la escena en que ella se mete en la cama con él después de haber perdido a su supuesto padre, que no tiene ningún tipo de connotación sexual y da a entender cómo busca su cariño). Una vez conseguido eso, no se pierde la credibilidad al introducir en su relación el tema del vampirismo cuando Oskar descubre la verdadera identidad de ella, puesto que se necesitan tanto mutuamente que acabará aceptando su condición sin demasiados problemas.
Esta ambivalencia entre amor y horror tiene su momento cumbre cuando él está a punto de apuñalar a un hombre que iba a matarla mientras dormía. Este gesto tan sangriento en realidad revela hasta qué punto está dispuesto a llegar por ella, y por eso después de matar al intruso Eli le dará su primer beso con los labios manchados de sangre. con lo que se nos deja claro en todo momento que la suya es una relación de amor en que la sangre y la muerte están siempre presentes de alguna manera. De hecho, eso también refleja que la suya es una relación totalmente condenada: ¿o es que Oskar no acabará como el hombre que al inicio del film acompañaba a Eli, que seguramente la conoció también de joven y la acompañó toda su vida hasta morir por ella?
En cuanto al estilo de la película, Déjame Entrar huye por lo general de las formas del cine de terror y su director opta por darle un estilo más realista. La prueba de ello es el distanciamiento con el que afronta las escenas de asesinatos (normalmente en planos generales), como si no quisiera recrearse en la sangre y las muertes y prefiriera mostrarlos desde cierta distancia. En otras palabras, a diferencia de los films de vampiros tradicionales, estas muertes no son el núcleo del film y no parece interesarle centrarse en ellas. En cambio, dedica mucho tiempo a mostrarnos la vida cotidiana de Oskar y los problemas que afronta en el colegio para hacernos comprender la relación que tiene con ella, la cual le anima a plantar cara a los matones que le atacan. Ambos se complementan perfectamente: ella le aporta a él la fuerza que necesita y él le da el cariño del que ella carece, y más cuando pierde a su compañero.
Esta forma de encarar la historia resulta especialmente gratificante porque separa por fin el personaje del vampiro de todos los tópicos de terror del género y se atreve a situarlo en un contexto más inusual: en una historia realista.
Los únicos puntos débiles que le encuentro son algunas escenas que por tono y tratamiento no creo que encajen bien en la obra. Por ejemplo, la escena en que los gatos atacan a la mujer a la que Eli ha convertido en vampiresa y, posteriormente, cuando ésta muere incinerada por los rayos de sol. Pecan de artificiosas en gran parte al abusar de efectos especiales, y no encajan con el tono tan sobrio del resto del film. Yo particularmente habría optado en ambos casos por dar a entender lo que sucede sin mostrar explícitamente.
Por otro lado, también pongo objeciones a la que es la escena más famosa de la película: la escena final de la piscina en que Oskar está siendo ahogado por los matones del colegio y Eli acude en su ayuda. La forma como está resuelta la escena es admirable al mostrarnos desde el punto de vista del chico bajo el agua toda la masacre que está sucediendo fuera, sin enseñar nada directamente. Pero el problema lo encuentro en que me parece algo excesivo la forma como se da a entender. De nuevo creo que encajaría más con el film mostrarlo de forma sutil simplemente con la caída al agua del cuerpo sin vida de uno de los agresores mientras ésta se tiñe cada vez más de rojo.
De todos modos, estas objeciones son detalles sin importancia que no quitan el mérito que merece Déjame Entrar por conseguir ser un film que, no sólo nos muestra el tema del vampirismo desde una perspectiva totalmente distinta, sino que consigue servirse de esa circunstancia para contarnos una bonita historia de amor.
SPOILERS
Fíjate que yo pienso que el hombre que le proporciona la sangre a Eli no es su padre, ya que la inmortalidad de ella y el no saber exactamente su edad puede dar a entender que es otro amante que puede haber envejecido junto a ella, por eso veo a Oskar como un sustituto del mismo al morir en el hospital, Eli puede llevar siglos recolectando humanos que le proporcionen cadáveres de los que alimentarse, eso le da un toque más universalista a la historia desde mi punto de vista.
Y para mí, si hay una escena que sobra y desentona con el resto del film es el breve pero innecesario primer plano de los geniltales de Eli en cuarto de baño mientras se viste.
Sí, opino como tú, de ahí que le llame «supuesto padre», porque es como le presentan en la película, pero ya en mi reseña dejo caer lo que tú comentas, que seguramente fuera un amante del pasado que ha acabado envejeciendo. Oskar en el futuro seguramente será como ese hombre.
Lo de los genitales leí en algún sitio que tiene que ver con algo de vampirismo, pero no recuerdo más detalles. A mí no me molestó pero si no la hubieran puesto tampoco me habría importado.
Muy acertado su comentario, la escena de los genitales, es en referencia a lo que en varias ocasiones le dijo la niña al niño, respecto a que ella no era una chica y que mejor manera de que el director plasmara esa realidad de la vampira.
Los diálogos de la película, son simplemente magistrales, uno de ellos es; cuando Oskar le dice a Eli, que el no mata a la gente, a lo que Eli le contesta preguntándole, ¿que si le gustaría hacerlo por venganza?, Oskar le contesta que si, agregando Eli, que ella mata por que no tiene otro remedio.
Les recomiendo la novela, hay muchas partes que no se incluyeron en la película, por obvias razones, serían muy fuerte las escenas sexuales, como el intento de violación hacia Eli de parte del señor que la proveía de sangre, el cual no muere al caer del séptimo piso.
Respecto al remake, una mala copia de la película original, parece que ni siquiera leyó la novela el director, ya que los personajes no se asemejan en nada a lo escrito por John Ajvide quien también fue el encargado del guión en la película original.
Respecto a los comentarios relacionados a los genitales, tanto en la novela, como en la película, el personaje de Eli, no es una niña, es un niño que fue castrado por los que lo convirtieron en vampiro, el cual asumió la personalidad femenina, por su belleza, así mismo ni en la novela y la película, la vampira tiene amantes, ya que al supuesto padre que no lo es, simplemente lo tenía fascinado y atemorizado, solo vean la escena de como lo saca del cuarto cuando se va a comunicar con Oskar a través del sistema morse.
El proveedor de sangre en la novela, la deseaba sexualmente, pero ella solo se dejaría acariciar por el, cuando le proporcionara la sangre, nunca tuvo relaciones sexuales con el, por cierto el la quiere violar, pero ella logra escapar.